Resulta que un día de repente Ralph perdió sus plumas, y no como sus compañeros, los pingüinos de Humboldt que mudan sus plumas gradualmente, Ralph se quedó sin ellas de un golpe, es decir, rápidamente y sin explicación alguna.
Tras varias semanas sin ellas y aislado, los cuidadores del parque Marwell Wildlife, situado en Hampshire (Reino Unido), le aplicaron crema solar. Pero al ver que esto no funcionaba del todo, decidieron hacer algo más: le colocaron un mini traje de neopreno confeccionado con la pernera del pantalón de buceo de alguien que lo donó. Este material y dos simples tijeretazos para sacar las alitas solucionaron su problema y, algo que nadie esperaba, conviertieron a este animalito de 9 años en la indiscutible estrella del parque.
Así Ralph luce muy curioso, y nos da la impresión de ser un nadador profesional listo para una competencia.
Sandra
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